23 de febrer, 2009

Tu tens les claus...


Un mendigo estuvo junto a una carretera durante más de treinta años. Un día, un desconocido pasó por allí.
- ¿Una limosna? -murmuró el mendio, alargando mecánicamente su gorra de béisbol.
- No tengo nada que darte -dijo el desconocido. A continuación preguntó:
- ¿Sobre qué estas sentado?
- Nada -respondió el mendigo-. Sólo una vieja caja. He estado sentado en ella desde no sé cuándo.
- ¿Has mirado dentro alguna vez? -preguntó el desconocido.
- No -dijo el mendigo-, ¿para qué? No hay nada dentro.
- Echa una mirada -insistió el desconocido.
El mendigo consiguió abrir la tapa. Con infinita sorpresa, incredulidad y dicha vio que la caja estaba llena de oro.

Yo soy ese extraño que no tiene nada que darte y te pide que mires dentro. No dentro de ninguna caja, como en la parábola, sino en otro lugar aún más cercano: dentro de ti mismo.

"Pero yo no soy ese mendigo", te oigo quejarte.

Eckhart Tolle