"Los ancestros del hombre, igual que los animales salvajes, vivían en equilibiro con su entorno. Un equlibiro a veces cruel, que suponía un exterminio despiadado de los más débiles e inadaptados. Pero un equilibrio al fin y al cabo, que ha permitido el desarrollo de la Tierra de un gran número de especies: virus, bacterias, protozoos, vegetales y animales.
El hombre moderno se ha vuelto suficientemente inteligente y poderoso para modificar la naturaleza, pero no lo bastante inteligente u organizado para cambiarla de forma positiva. Se han cometido numerosos errores, de los cuales los dos más importantes son:
- El aumento inquietante de la población.
- La utilización sin discernimiento del poder conferido por los progresos de la ciencia y de la industria.
Daños cometidos como: la contaminación de los suelos y la exagerada explotación de los mares; los efectos de las radiaciones electromagnéticas, la polución del aire y la contaminación de las aguas. La extinción de numerosas especies, la desertización, la destrucción de la capa de ozono y el efecto invernadero.
¿Tenemos que esperar pasivamente la decadencia de la humanidad, sea progresiva, frente al creciente impacto de la contaminación, o brutal, con guerras de exterminio para disputarse los recursos restantes?
La única corrección posible es la corrección de nuestros errores."
Dr. Jean Seignalet
"La alimentación, la 3ª medicina"
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